Dictadura Tujillista.
Dictadura Tujillista.
Golpe de Estado a Vásquez y ascenso al poder.
Con el triunfo de Horacio Vásquez en las elecciones que siguieron a la desocupación de las tropas estadounidenses en 1924, Trujillo permaneció al frente de la Policía Nacional. El 6 de diciembre de ese mismo año, el Presidente Vásquez lo nombró teniente coronel y jefe del Estado Mayor.
En 1930, estalló en Santiago una insurrección contra el presidente Horacio Vásquez y los rebeldes marcharon hacia Santo Domingo. Trujillo recibió la orden de someter la rebelión, pero cuando los amotinados llegaron a la capital el 26 de febrero, no encontraron resistencia alguna. Enterado el presidente Vásquez de que uno de los ideólogos de la insurrección era el propio Trujillo decidió renunciar como una salida negociada a la crisis a fin de evitar derramamiento de sangre. Vásquez fue enviado al exilio y el líder rebelde Rafael Estrella fue proclamado presidente interino.
Trujillo se convirtió en el candidato en las elecciones presidenciales de 1930 llevando a Estrella Ureña como vicepresidente. La candidatura opositora, representada por Federico Velásquez Hernández y Ángel Morales a la presidencia y vicepresidencia respectivamente, se retiró quedando la de Trujillo-Ureña como única opción.
La campaña electoral se realizó bajo un clima de terror provocado por Trujillo y su banda paramilitar La 42, dirigida por el mayor del ejército Miguel Ángel Paulin. Hasta los miembros de la Junta Central Electoral se vieron forzados a renunciar el 7 de mayo, siendo sustituidos por personas que respondían a la voluntad de Trujillo. El binomio Trujillo-Ureña ganó las elecciones el 16 de mayo, oficialmente con el 45 % de los votos. Más tarde se supo que sólo el 25 % de los votantes acudieron a las urnas, lo que hizo pensar que fueron elecciones fraudulentas. El 24 de mayo de 1930 fueron proclamados oficialmente Trujillo y Ureña, presidente y vicepresidente del país, respectivamente. El 16 de agosto a la edad de 38 años, Trujillo asumió la presidencia de la República.
Primer mandato 1930-1938
El 3 de septiembre de 1930, a tres semanas de que Trujillo asumiera el poder, el destructivo huracán San Zenón golpeó Santo Domingo y dejó más de 3000 muertos. Con el dinero aportado por la Cruz Roja Americana, se reconstruyó la ciudad. En junio de ese mismo año, la oposición se organizó para derrocar a Trujillo, pero todo fue en vano y los promotores terminaron en el exilio. Entre los exiliados se encontraban Martín de Moya, Horacio Vásquez, Ángel Morales, Federico Velásquez, Alfredo Ricart, Cucho Álvarez Pina, Ángel María Soler, José Dolores Alfonseca, Luis F. Mejía, Leovigildo Cuello y Ramón de Lara.
En marzo de 1931 el general Desiderio Arias renunció al gabinete de Trujillo, quien al quedar sin oposición alguna, fortaleció su dictadura. En octubre Trujillo promulgó la ley de emergencias, mediante la cual el estado dominicano suspendió el pago por concepto de amortización de la deuda externa con los Estados Unidos. También redujo el gasto público con despidos masivos y reducción de sueldos. Además, disminuyó las importaciones y equilibró la balanza comercial.
El Partido Dominicano fue la maquinaria ideológica de soporte del régimen. Formado oficialmente el 16 de agosto de 1931, fue el único partido permitido durante el régimen, salvo contadas y coyunturales excepciones. Mario Fermín Cabral fue el principal auspiciador del Partido, que tenía por símbolo una palma. El carné de miembro del partido se convirtió en documento obligado para todos los dominicanos mayores de edad y necesario para la mayoría de las actividades cotidianas, como buscar empleo o salir del país. Ante el riesgo de posibles invasiones por parte de los exiliados políticos, Trujillo realizó un recorrido junto a su Estado Mayor por las diferentes provincias del país acompañado de militares del ejército nacional el 31 de diciembre de ese mismo año.
El 26 de mayo de 1933 fue nombrado «generalísimo de los Ejércitos Nacionales» por el Congreso Nacional.
En febrero de 1934 se celebró una convención para elegir a Trujillo nuevamente candidato a presidente por el partido dominicano. El 16 de mayo de ese año y sin ninguna oposición políticase celebraron las elecciones nacionales con Trujillo como único candidato. El 16 de agosto asumió el poder por segunda ocasión consecutiva, esta vez llevando a Jacinto Bienvenido Peynado como vicepresidente.
Gabinete de gobierno
Secretario | Secretaría |
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Rafael Vidal Torres | Secretaría de la Presidencia |
Elías Brache (hijo) | Justicia, Institución Pública y Bellas Artes |
Roberto Despradel | Secretaría de Finanzas |
Antonio Jorge | Secretaría de Marina y Guerra |
Jacinto Bienvenido Peynado | Secretaría de Interior y Policía |
Rafael César Tolentino | Secretaría de Agricultura y Comercio |
José Manuel Jimenes | Secretaría de Fomentos y Obras Públicas |
Teodulo Pina Chevalier | Secretaría de Trabajo y Comunicaciones |
Genocidio de 1937: «Matanza de haitianos»
Trujillo siempre mostró preocupación por la inmigración haitiana a la República Dominicana y sobre la base de esto, desarrolló una política xenófoba en el país. Dicha política iba dirigida, por supuesto, a los habitantes del país vecino aunque también afectó a dominicanos de piel significativamente oscura. En octubre de 1933 viajó a Haití para reunirse con Sténio Vincent, presidente del vecino país en ese entonces. Trujillo le propuso a Vincent revisar el acuerdo anterior de 1929 con relación a los límites de la frontera dominico-haitiana. Vincent aceptó y en marzo de 1936 ambos presidentes firmaron un nuevo acuerdo que estableció nuevos límites en la frontera.
Desde el 28 de septiembre al 8 de octubre de 1937, Trujillo decidió el genocidio de miles de haitianos que vivían en la zona de la frontera dominicana con Haití en un evento conocido como la Masacre del Perejil o El Corte, donde tropas del ejército dominicano mataron, según estimados, entre 15 y 20 000 personas.26 Este hecho intentó ser justificado con el pretexto de eliminar infiltraciones conspirativas y como una represalia por la idea de que el gobierno haitiano cooperaba con un plan de exiliados dominicanos que buscaban derrocarlo desde la vecina nación.
Segundo mandato 1942-1952
En febrero de 1942 Trujillo fue nuevamente postulado a las elecciones de ese año por el Partido Dominicano y por el recién creado «Partido Trujillista». El 16 de mayo fueron celebradas las elecciones donde votaron casi 600.000 ciudadanos, saliendo electo Trujillo nueva vez como presidente.
En 1944, al cumplirse los 100 años de la fundación de la nación dominicana, Trujillo celebró un evento llamado «Las fiestas del centenario».
El 4 de agosto de 1946 un fuerte terremoto azotó la región noreste del país.
A finales de 1945 se agudizó el descontento en los ingenios azucareros debido a la inflación que hubo en la época agravada por los salarios que devengaban los obreros de baja cualificación. Contra aquellos que osaron quedarse en sus casas a manera de protesta, Trujillo ordenó al ejército la realización de redadas alegando el delito de vagancia. Los capturados fueron encarcelados y obligados a trabajar. Estas redadas abarcaron también a los que no poseían los documentos reglamentarios exigidos por el régimen, conocidos popularmente como «los 3 golpes».
En enero de 1946, la Federación Local del Trabajo, un grupo de manifestantes obreros fundado por el líder sindical Mauricio Báez hizo una huelga que duró más de una semana. Aunque la dictadura terminó cediendo a las peticiones de los demandantes, posteriormente algunos de sus dirigentes y participantes fueron perseguidos y asesinados, mientras que otros se vieron obligados a tomar el camino del exilio. Tiempo después Trujillo desintegró todos los sindicatos del país, obligándolos a pertenecer a una federación afín a él. En 1950 Mauricio Báez fue secuestrado en Cuba donde estaba exiliado y nunca más se supo su paradero.
En mayo de 1947 se celebraron nuevas elecciones, matizadas esta vez con fuertes críticas internacionales sobre el carácter dictatorial del gobierno, lo que obligó a Trujillo a montar una ficción democrática. En dichas elecciones participaron tres partidos políticos, el Partido Nacional Laborista, el Partido Nacional democrático y el Partido Dominicano, quienes llevaban de candidatos a Rafael A. Espaillat, Francisco Prats Ramírez y Rafael Trujillo, respectivamente. Trujillo terminó ganando el certamen con el 90 % de los votos.
En octubre de 1952 Trujillo creó el Instituto Trujilloniano con Manuel A. Peña Batlle como su presidente. La institución tenía como misión la difusión de la obra de gobierno de Trujillo.
Política económica
Bajo los gobiernos de Trujillo se verificó un cierto bienestar económico. Su política económica se fundamentó en la eliminación del endeudamiento externo, la promoción de importaciones y el fomento a la producción nacional.
El 15 de agosto de 1938 se inauguró el Puerto de Santo Domingo, lo que impulsó de manera significativa las actividades comerciales con el exterior.
El 24 de septiembre de 1940 se firmó el Tratado Trujillo-Hull, acuerdo mediante el cual se derogó la convención dominico-americana firmada en 1924 y se restableció el control absoluto de las aduanas por parte de las autoridades dominicanas.
En 1941 Trujillo compró la sucursal del National City Bank of New York en Santo Domingo y el 24 de octubre de ese mismo año fundó el Banco de Reservas. En 1947, fundó el Banco Central de la República Dominicana y el 10 de enero de ese mismo año quedó establecido el peso dominicano como moneda oficial , terminando de esa manera el uso del dólar estadounidense como moneda de curso legal en el país. El 19 de julio de ese año Trujillo saldó la deuda externa del país ascendente a 9 271 855 dólares americanos.
Desde 1945 hasta 1950 el régimen de Trujillo propició un proceso de industrialización en el país, sobre todo en el ámbito agropecuario. En 1955, la inversión industrial se cuadruplicó en comparación con años anteriores.
Política migratoria
En 1938, en la Conferencia de Evian fue el único país dispuesto a aceptar una cantidad significativa de judíos franceses, con un convenio realizado entre Trujillo y empresarios judios de la ciudad de Nueva York, donde acordaron el pago de alrededor de un millón de dólares. En 1940 llegaron a República Dominicana 750 judíos mediante un acuerdo firmado por Trujillo, que instituía la donación de 110 km² para los refugiados, que luego se asentaron en Sosua. No obstante las intenciones del régimen dominicano, el número total de refugiados judíos no superó el millar.27
En 1939 terminada la guerra civil española, se permitió la entrada al país de los exiliados del bando republicano. En 1952, Trujillo volvió a España para reunirse con su homólogo el generalísimo Francisco Franco. Este viaje buscó, entre otros asuntos, propiciar la inmigración de españoles a República Dominicana, actitud que atribuyen algunos historiadores al afán del dictador de «blanquear la raza».
También fomentó la inmigración de agricultores japoneses a la zona de Constanza y Jarabacoa, después de la Segunda Guerra Mundial.
Política medioambiental
El régimen de Trujillo amplió considerablemente el Vedado del Yaque, una reserva natural alrededor del río Yaque del Sur. En 1934 creó el primer parque nacional del país y estableció una agencia de guardia para proteger el sistema de parques. Así mismo, prohibió la tala de árboles de pino sin permiso. No obstante, detrás de esas actitudes "ecologistas" se dejó entrever la intención monopolista de beneficiar sus empresas privadas.
En la década de 1950 el régimen de Trujillo encargó un estudio sobre el potencial hidroeléctrico vía la creación de represas. La comisión llegó a la conclusión de que sólo las vías navegables de bosques podrían soportar las presas hidroeléctricas, por lo que Trujillo prohibió la tala en las potenciales cuencas fluviales.[cita requerida]
Después de su ajusticiamiento en 1961, la tala indiscriminada se reanudó en la República Dominicana. Los invasores quemaron los bosques para la agricultura y las empresas madereras talaron grandes superficies boscosas, hechos que terminaron reduciendo la potencial generación de energía hidroeléctrica en la República Dominicana. En 1967, el entonces presidente Joaquín Balaguer lanzó ataques militares contra la tala ilegal.
Relaciones con la Iglesia
Desde su segundo año de gobierno, Trujillo procuró obtener el respaldo de la iglesia católica y decretó varias medidas en favor de ésta. Entre estas medidas estuvo el otorgamiento de subsidios por parte del gobierno. La iglesia correspondió estos favores y esto le mereció la Orden Hierosolimitana del Santo Sepulcro otorgada por el Arzobispo de Santo Domingo monseñor Adolfo Nouel en agosto de 1931.
Los inconvenientes de Trujillo con la Iglesia católica comenzaron en 1932, con el nombramiento del padre Rafael Castellanos Martínez en sustitución de monseñor Nouel, quien no se sometió a sus dictámenes. Trujillo, consideró la actitud del padre como un acto de rebeldía y retiró el subsidio a la Iglesia, a la vez que pidió a la Santa Sede la remoción de Castellanos y el retorno de Nouel, quien a su retorno fue nombrado de manera vitalicia.
El 15 de junio de 1954 Trujillo viajó a la Ciudad del Vaticano para firmar un Concordato con la Iglesia católica, encabezada en esos momentos por el papa Pío XII, quien le otorgó al dictador la Gran Cruz de la Orden Piana. Este encuentro le garantizó a la Iglesia católica tener privilegios por encima de otras iglesias.
El 31 de enero de 1960 todas las iglesias de República Dominicana se pusieron de acuerdo y mediante una carta pastoral mostraron su desacuerdo con el régimen. Trujillo respondió atacando mediáticamente a la Iglesia católica y promoviendo protestas contra sus obispos.
Presidentes títeres 1938-1942, 1952-1961
Debido a los problemas internacionales ocurridos en su período de gobierno 1934-1938, Trujillo decidió no presentarse a las elecciones y postuló como candidato a la presidencia a Jacinto Bienvenido Peynado. En las elecciones celebradas el 16 de mayo de 1938, Peynado llevó a Manuel de Jesús Troncoso de la Concha como vicepresidente y ganó con la totalidad de los votos emitidos. El 16 de agosto de ese mismo año Bienvenido Peynado tomó posesión como presidente del país, aunque falleció en 1940 durante su mandato y la presidencia fue asumida por el vicepresidente Troncoso.
El 16 de agosto de 1952 se juramentó quien sería su tercer presidente, su hermano Héctor Bienvenido Trujillo. Mientras, Trujillo, quien ostentaba el cargo de embajador dominicano ante la OEA, realizó varios viajes por América y Europa.
En 1957 se celebraron las elecciones presidenciales para el periodo 1957-1962 con Héctor Bienvenido Trujillo y Joaquín Balaguer como candidatos a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente. Ante la gran presión internacional y en afán de aparentar cierta democracia, Trujillo hizo renunciar a su hermano Héctor Bienvenido en 1960. El 3 de agosto de ese mismo año tomó posesión Joaquín Balaguer en sustitución de Héctor Bienvenido. Este sería el último presidente del dictador.
Estos recursos fueron utilizados por Trujillo para engañar a los demás países y así mantener su dictadura con una falsa imagen de democracia a la vista de la comunidad internacional. Trujillo jamás dejó de gobernar efectivamente Dominicana desde que asumió el poder en 1930.
Servicio de Inteligencia Militar (SIM)
A finales de los años 1950, durante el régimen de Trujillo se creó una especie de polícia secreta denominada Servicio de Inteligencia Militar (SIM) la cual tuvo como finalidad la represión política. La organización contó con varios agentes secretos y funcionarios de la dictadura con Johnny Abbes como jefe. Abbes se encargó en muchos casos de llevar a cabo las órdenes de represión y tortura de Trujillo, aunque muchos aseguran que a veces Abbes actuó por cuenta propia.
El SIM atemorizó a la población en general mediante la tortura y contó con varios lugares para llevarlas a cabo, como la Cárcel del 9 y la Cárcel de la 40.
Trujillo y el mundo
Después del genocidio de haitianos de 1937, Trujillo comenzó a tener problemas internacionales, en especial con los Estados Unidos, a pesar de ser un bastión del anticomunismo en el Caribe. Hamilton Fish, miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, pidió a su gobierno la ruptura de relaciones con la República Dominicana si no se resolvía el conflicto con Haití. El 31 de enero de 1938, Trujillo firmó un acuerdo con el gobierno haitiano mediante el cual se comprometía a una indemnización de 750 000 dólares por la matanza, de los cuales solo pago 550 000 dólares.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Trujillo se colocó del lado de los aliados y declaró la guerra a Alemania, Italia, y Japón el 11 de diciembre de 1941. Si bien la República Dominicana no tuvo participación militar directa, este hecho determinó que el país se convirtiera en uno de los miembros fundadores de las Naciones Unidas.
Trujillo alentó las relaciones diplomáticas y económicas con los EE. UU., pero mantuvo relaciones tensas con parte de América Latina, especialmente con Costa Rica y Venezuela. Mantuvo relaciones amistosas con Franco en España, Perón de Argentina, y Somoza de Nicaragua.
En 1941, Élie Lescot, que había recibido el apoyo financiero de Trujillo, sucedió a Sténio Vincent como presidente de Haití. Trujillo esperaba que Lescot fuera un títere, pero Lescot se volvió en su contra. Trujillo, sin éxito, intentó asesinarlo en 1944, y el gobierno haitiano hizo eco del hecho con la finalidad de desacreditar al régimen dominicano.
Hacia el final de su gobierno, su relación con los Estados Unidos volvió a deteriorarse. El 12 de marzo de 1956 por órdenes de la dictadura fue secuestrado el exiliado español Jesús de Galíndez, profesor de Columbia University y quien en ese entonces residía en Nueva York, representante del gobierno vasco en el exilio. Galíndez había escrito una tesis doctoral sobre la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y este, al enterarse, lo mandó secuestrar, haciéndolo desaparecer más tarde. Este hecho hizo que los Estados Unidos rompieran las relaciones definitivamente con la dictadura.
El 22 de diciembre de 1958, en la frontera dominico-haitiana entre Jimaní y Malpasse, Trujillo y François Duvalier firmaron un acuerdo de mutua protección. El acuerdo estableció, entre otras cosas, que ninguno de los dos gobiernos permitiría en sus respectivos territorios actividades subversivas en contra de alguno de ellos, ni que los exiliados políticos realizaran propaganda sistemática incitando al empleo de la violencia en contra de sus respectivos Estados.
Ese mismo año, cuando Trujillo se dio cuenta de que Fidel Castro estaba ganando terreno, empezó a apoyar a Fulgencio Batista proveyéndole de dinero, aviones, equipamiento y hombres. Trujillo, convencido de que Batista vencería a Castro, se sorprendió mucho cuando este se presentó como un fugitivo, después de ser derrocado. Trujillo mantuvo a Batista hasta agosto de 1959 como un «prisionero virtual» y luego del pago de una cantidad estimada entre tres y cuatro millones de dólares, Batista pudo viajar a Portugal, país que le había concedido un visado.
Castro amenazó con derrocar a Trujillo, y este respondió aumentando el presupuesto para la defensa nacional. También, se organizó una legión extranjera para defender a Haití, ante la posibilidad de que Castro invadiera primero la parte oeste de la isla para derrocar el régimen de François Duvalier.
Incidente con Rómulo Betancourt
A partir de 1959, Trujillo comenzó a interferir cada vez más en los asuntos internos de otros países vecinos. Trujillo expresó un gran desprecio por el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, quien era un abierto oponente del dictador que había estado asociado con los conspiradores dominicanos.
Trujillo desarrolló un odio obsesivo y personal hacia Betancourt y apoyó numerosos planes de los exiliados venezolanos para derrocarlo. Debido a esto, el gobierno venezolano llevó el caso en contra de Trujillo a la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta situación enfureció a Trujillo, quien ordenó a sus agentes extranjeros colocar una bomba en el coche de Betancourt. El intento de asesinato, llevado a cabo el 24 de junio de 1960, hirió pero no mató al presidente venezolano cuando se dirigía a un desfile militar en el paseo Los Próceres de Caracas.
El atentado contra Betancourt puso a la opinión mundial contra Trujillo. Indignados, los miembros de la OEA aprobaron por unanimidad romper relaciones diplomáticas con el gobierno de Trujillo e imponer sanciones económicas a la República Dominicana. La relación con el dictador se había convertido en una vergüenza para los Estados Unidos y las relaciones diplomáticas fueron rotas de manera irreconciliables después del incidente de Betancourt.
Intentos de derrocamiento
Los exiliados dominicanos celebraron un congreso en la Universidad de La Habana y conformaron el llamado «Frente Unido de la Liberación Dominicana» con Ángel Morales como presidente. Su principal móvil fue gestionar ayuda militar ante los gobiernos democráticos de América Latina y el Caribe para utilizarla contra la dictadura de Trujillo. Entre los miembros figuraba el cuentista y político dominicano Juan Bosch, quien asumió las gestiones internacionales y viajó a varios países para reunirse con sus respectivos presidentes.
El 21 de septiembre de 1947 el grupo de dominicanos en el exilio, junto a un batallón voluntario de militares armados procedentes de Cuba y otros países de América Latina, partieron hacia Santo Domingo en un movimiento militar llamado Expedición de Cayo Confites. La expedición fracasó; los expedicionarios fueron obligados a desembarcar, para luego ser apresados y llevados al recinto militar de Columbia, ubicado en La Habana.
El 19 de junio de 1949 se realizó un segundo intento fallido para derrocar al régimen trujillista, terminando los expedicionarios apresados o carbonizados en un contraataque del ejército dominicano.
El 14 de junio de 1959, varios hombres armados comandados por Enrique Jiménez Moya aterrizaron en Constanza con la finalidad de derrocar a Trujillo. Días más tarde, el 20 de junio, desembarcaron en Maimón unos 144 hombres dirigidos por José Horacio Rodríguez en la provincia de Puerto Plata, quienes llegaron en una lancha llamada «Carmen Elsa». Luego de varios días de combate en contra del régimen, los expedicionarios fueron derrotados y trasladados a la Base Aérea de San Isidro, donde fueron torturados. Algunos sobrevivieron, pero luego la mayoría fue fusilada.
Ese mismo año se formó en el país un grupo político de izquierda llamado Movimiento 14 de junio, compuesto por jóvenes que procuraban un cambio hacia la democratización del país. El movimiento contó con Manolo Tavárez Justo y su esposa Minerva Mirabal como líderes. El régimen de Trujillo se ensañó contra la mayoría de los miembros del grupo y el SIM se encargó de perseguir, encarcelar y torturar a sus miembros.
Cuando John F. Kennedy tomó posesión como presidente de los Estados Unidos el 20 de enero de 1961, ya los planes de la CIA para derrocar a Trujillo estaban en marcha. A pesar de eso, el presidente Kennedy envió al diplomático Robert D. Murphy para que se entrevistara con Trujillo y lo persuadiera de que se retirase del poder. Murphy llegó a Santo Domingo el 15 de abril de 1961, siendo el cuarto y último emisario del gobierno estadounidense que trató de convencer a Trujillo para que se retirara del poder, planteamiento que fue ignorado por el dictador.
Para el complot del 30 de mayo, el gobierno de los Estados Unidos ofreció su apoyo en armas y logística a quienes buscaban poner fin a la dictadura pero no mantuvo su apoyo luego del magnicidio del tirano. Si bien el plan puso fin a la vida de Trujillo, también supuso la muerte de casi todos los involucrados, al quedar aislados sin apoyo internacional.
Declive de la dictadura
El dictador se había convertido en una vergüenza para los Estados Unidos, situación que se fue haciendo cada vez más tensa a raíz del atentado contra Rómulo Betancourt.28
El viernes 25 de noviembre de 1960, el brutal asesinato de las tres Hermanas Mirabal —Patria, Minerva y María Teresa— opositoras a la dictadura, aumentó aún más el descontento hacia esta.
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